viernes, 10 de octubre de 2014

La música son como las personas, y todas merecen respeto.


Bueno, hace bastante que no escribo, así que pido disculpas por ello. Hoy, no se, me ha dado por hacer una especie de ensayo comparativo de las personas y la música, y sorbe el respeto:


La música es algo complejo, algo difícil de analizar y de estudiar, pero que sin necesidad de entenderla de forma consciente, tu subconsciente la comprende y se aferra a ella. La gente es como la música. Hay muchos tipos, hasta dentro de un mismo tipo hay subtipos. Podemos saber como es la gente de una época por la música que escuchaban. Al principio, la música era instrumental, eran puro sentimiento hecho melodía. La música esta dentro de la gente. Todos tarareamos cuando nos aburrimos, todos buscamos comprensión en las canciones, ya sean nuestras o de otras personas. Después de la música instrumental vino la gente poniendo voz a sus composiciones, buscando ser oídos, ser recordados, dar forma a ese sentimiento y transformarlo en sueños. En la época de la música disco la gente estaba reprimida y lo que buscaba era libertad, y lo hacía mediante el baile. Las baladas de rock buscan darle un sentido a los sentimientos que desafían a la lógica, y que nos sintamos comprendidos incluso cuando nosotros mismos no sabemos ni lo que queremos. Y como era de esperar, en un futuro la gente podrá analizarnos por la música que escuchamos. Actualmente la música “comercial” busca gustar, y no gusta en si porque la gente sea simple, si no porque buscan ser comprendidos bajo el sentimiento de igualdad. No hay una sola parte de este mundo globalizado en el que no te encuentras frases de igualdad, ya sea de genero, raza, o en cuanto a derechos. “Todas las personas somos iguales”, y la gente busca sentirse así. La gente diferente es tachada de rara, y menospreciada, porque lo que se busca es la generalización, que todos cumplamos la norma social, y la música nos muestra eso. La mayoría de artistas no plasman sus sueños, plasman su búsqueda de igualdad, de semejantes, y a veces la gente lo intenta de malas formas. Fingen ser quienes no son, en un intento desesperado de ser aceptados, porque los mensajes no nos transmiten que debamos tratar a todos como a iguales, aunque sean distintos, si no que somos iguales, y si eres distinto es que no perteneces a esta sociedad y no mereces ser tratado como un ser humano. La música esta corrupta en ese sentido porque la sociedad lo está, no busca que sientas que tienes iguales, si no que tu eres igual al resto de gente. No hay ahora mismo un solo género musical que no tenga parte comercial. Mantienen ese estilo, pero con letras y mensajes que no dicen nada de su autor, si no de como debes comportarte en esta sociedad. Los pocos que han aprendido a entender de verdad el mensaje de igualdad tiene bastante música entre la que elegir, pero no toda la que sería necesaria porque muchos artistas que realmente valen la pena no logran existo, ya que no lanzan esos erróneos mensajes de igualdad. Una música, en si, no es mejor que otra, y que nos guste una canción o un artista no esta necesariamente ligado a que compartamos sus mensajes al mundo, es más complejo que eso, porque con que a tu cerebro le parezca melódicamente bueno ya te va a gustar. Actualmente hay que guiarse por los grupos que les gusta a cada persona, y no solo por uno, pues todos esos mensajes son los que conforman a la persona y te dicen como es. A la gente le puede gustar la voz de un cantante, o las melodías de sus canciones, pero no sus canciones completas, si no entiende el mensaje. No vas a entender una balada romántica si nunca te has enamorado, ni una canción de protesta si estas del todo conforme con tu vida. La música son como las personas, y todas son iguales en una cosa: la esencia, el querer ser oídas, entendidas y respetadas. Un genero no es mejor que otro, al igual que una persona no es mejor que otra, aunque una sea mala y la otra buena. Porque todos somos humanos, y en esa esencia todos somos iguales, y aunque a mi me gusten las personas buenas, a ti no tienen porque gustarte. Somos iguales en lo básico: todos sentimos, todos pensamos, todos soñamos, respiramos y tenemos un corazón que nos late, pero somos distintos en el conjunto de los gustos, ideas, sueños y pensamientos que nos conforman, y todos merecemos respeto.