lunes, 9 de marzo de 2015

Volviendo a mi adolescencia: Final Fantasy Tactis A2 Grimoire of the Rift

¡Buenas tardes! Hoy estaba observando mi estantería, llena de mis juegos favoritos de la Nintendo DS, y me han entrado unas ganas brutales de jugar a alguno. ¿Y cual he elegido?

Final Fantasy Tactis A2: Grimoire of the Rift

http://img4.wikia.nocookie.net/__cb20100320002635/es.finalfantasy/images/f/fa/TA2JPN.jpg

Este juego, como es obvio por su nombre, pertenece a la famosa saga Final Fantasy, de Square enix, que también tiene juegos para la Nintendo DS. Este juego forma parte de la saga "Ivalice Alliance", junto a Final Fantasy Tactics, Final Fantasy Tactics Advance, Final Fantasy XII y Final Fantasy XII: Revent Wings. ¿Que tienen en común todos ellos? Que se desarrollan en el mundo ficticio de Ivalice.

<<Tras abrir un viejo libro que ha encontrado en la biblioteca, el travieso Luso se ve transportado a otro mundo, ¡directamente a una batalla! Con la ayuda de sus nuevos amigos, deberá completar su historia para encontrar el camino de regreso a casa.>>

Así pues, trata sobre un niño que al comenzar el verano encuentra un libro en la biblioteca, en el que escribe su nombre y por ello se le transporta hasta Ivalice, donde conoce a Cid (No es el Cid que sale en Final Fantasy Tactics Advance. Pertenece a la raza Revgaji, aunque desempeña oficios de Bangaa. Es una persona noble y justa. En el pasado, perteneció a una organización misteriosa llamada Khamja. Decide ayudar a Luso a volver a casa), Adel (Es una chica con apariencia de gato, disfrazada. Es conocida como "Adel, la gata", o simplemente "La gata". Al principio de la aventura, traerá problemas a los protagonistas, pero terminará cooperando con ellos y trabando amistad, a pesar de ser muy solitaria) y a Zan (Este Moguri es un Bardo, y puede desempeñar este mismo oficio. Se une al clan tras escuchar la historia de Luso y promete componerle una canción sobre ello). Juntos tendrán que salvar al mundo de la oscuridad para completar la historia y que Luso pueda regresar a su mundo.

El estilo de juego es como el resto de Final Famtasy Tactics, tienes un clan con miembros que se te van uniendo tras las misiones, y tienes que elegir para pelear en cada combate a los que creas apropiados (normalmente 4 o 5 personajes por batalla) para subirles de nivel y ser así un equipo mas fuerte. Hay distintos oficios para cada jugador (guerrero, soldado, ninja, mago..). Los combates son por turnos, moviéndote por las casillas cuadradas del campo de batalla hasta llegar a tus enemigos.

Este juego me lo pase por primera vez en 2009, cuando me lo compraron, y la verdad es que es uno de los mejores Final Fantasy a los que he jugado, y lo recomiendo con todas mis fuerzas. La historia es genial, y es muy entretenido, aunque cuando no logras pasarte un combate desespera un poco.

Bueno, y eso es todo, ¡hasta la próxima!

jueves, 5 de marzo de 2015

Viaje al centro de la tierra, de Julio Verne


Viaje al centro de la tierra, de Julio Verne


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¡Buenas tardes! Hoy vengo a hablar sobre el último libro que me he releído: Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne. Creo que casi todo el mundo ha oído hablar de esta historia y de este genio de la literatura, porque es lo que es, un genio. La primera vez que me leí su libro tenía catorce años, y aunque tuve que buscar bastantes palabras en el diccionario, me pareció una absoluta genialidad. Para los que no sepan de que va.


Sinopsis

<<Guardado en el manuscrito original de la Heimskringla de Snorri Sturluson, que ha encontrado en la tienda de un judío, el profesor alemán Otto Lidenbrock descubre un pergamino con un texto cifrado; el autor es un sabio islandés del siglo XVI que afirma haber llegado al centro de la Tierra: Arne Saknussemm.

El profesor Lidenbrock pretende seguir los pasos de Saknussemm, y emprende una expedición acompañado por su escéptico sobrino Axel y el impasible guía islandés Hans.

El grupo ingresa por un volcán hacia el interior del globo terráqueo, en donde vivirán innumerables peripecias, incluyendo el asombroso descubrimiento de un mar interior y un mundo mesozoico completo enterrado en las profundidades, así como la existencia de iluminación de carácter eléctrico.>>

La narración la lleva Axel, el sobrino de Lidenbrock, completamente escéptico con el viaje. En mas de una ocasión se plantea no ir, pero sabe que no puede dejar solo a su tío. Creo que lo mejor de este libro, y en si de la forma de narrar de Julio Verne, son las descripciones. Son muy detalladas y a la vez, no se hacen nada pesadas, te crean todo el ambiente y hacen que sea súper sencillo meterte en la escena y visualizar a los personajes. Voy a evitar hacer mucho spoiler, pero para mi, la mejor parte del libro es la travesía en balsa cuando ya están dentro, y en si todos los animales extintos con los que se encuentran. Es un libro lleno de emoción, donde lo pasas bastante mal en algunas escenas, sobretodo en las partes en las que Axel, el protagonista, se queda solo.

Sinceramente, yo recomiendo con todas mis fuerzas este libro, le doy un 4.5/5, porque el principio se hace un poco lento y pesado, pero por lo demás es absolutamente perfecto.

¡Un saludo, patatas!

martes, 3 de marzo de 2015

El tiburón


Era un día negro, completamente negro, salvo por los relámpagos que volvían morado el cielo y los rayos que caían a la tierra y al mar. La olas, de mas de diez metros, chocaban con fuerza contra las rocas del fondo, y cubrían por completo la playa, de la que ya no se veía nada de la arena. El viento soplaba con fuerza, derribando los árboles mas flojos y llevándose las veletas que había en las casas. Era un día de miedo, un día que ya había sucedido, en cierto modo.
Max estaba sentado, como cada mañana, en el precipicio de rocas puntiagudas que se alzaba sobre la playa, mirando sin parpadear el va y ven de las olas. Estar allí sentado siempre le había tranquilizado, siempre le había hecho sentir, de algún modo, que formaba parte de la naturaleza y que la naturaleza formaba parte de él: en una ciudad tan grande y contaminada como la suya, aquello era un alivio. Pero aquella vez no. Aquella vez miraba al mar con miedo, como si este no fuese su viejo amigo, si no una fiera que buscase terminar con su vida. Max, desde pequeño, había estado enamorado del mar, y por eso se había hecho surfista. El poder estar en el agua, con su tabla, siguiendo las olas e intentando dominarlas le hacía sentirse único y vivo, le hacía sentir que la vida realmente valía la pena, pero ahora tenía pánico con solo acercarse a la arena. Su vida había sido maravillosa, hasta aquél fatídico día en el que se había topado con aquél ser.
Había sido en una mañana de primavera, una tormenta se acercaba a la ciudad, pero aun quedaban un par de horas de buen tiempo y oleaje moderado. Eran las nueve, y Max nadaba sobre su tabla, mar adentro, aunque no demasiado lejos, en busca de una buena ola que pudiese cabalgar. Estaba con Jhon y Ryan, sus dos mejores amigos. Los tres habían empezado a surfear a la vez, cuando apenas tenían cinco años: el padre de Ryan, surfista profesional, les había enseñado. Los tres iban nadando y riendo, hasta que se pararon para esperar a que viniese la ola perfecta, entonces había sucedido. Ryan había sido el primero en notar que algo no iba bien, y en asustarse:
“––Algo me ha tocado el pie––dijo atropelladamente, pataleando un poco e intentando mirar bajo el agua, en todas las direcciones. Su corazón iba por momentos más y más rápido, sin saber si de verdad había sucedido o había sido imaginación suya. Tenía la sensación de que lo habían marcado, y de que algo le observaba desde el fondo, esperando el momento perfecto para comérselo.
––¿Que?––dijo Jhon, que no había entendido del todo sus palabras, e intento vislumbrar también lo que buscaba su amigo, pero no vio nada: el agua estaba turbia, y lo máximo que alcanzaba a ver eran sus rodillas, pero también se sentía observado..
––Que algo me ha tocado, joder, aquí hay algo––empezó a subir las piernas a la tabla, encogiendo las rodillas y abrazándoselas, completamente asustado.––vámonos. Mi padre me lo dijo. Si hay tormenta cerca no te metas en el mar, que el oleaje saca fuera a las bestias.––Ryan y su padre eran muy supersticiosos con las cosas del mar, pues le guardaban respeto, y conocían de primera mano la cantidad de bestias que podían devorarte en un solo segundo, si no lo hacía el oleaje primero.
––Cállate, eso es una gilipollez––dijo Max, mirando hacía atrás al darse cuenta de que una ola de metro y medio venía hacía ellos. Max no era nada supersticioso, nunca había visto la verdadera furia del océano y de los animales que habitaban en él.––esa es buena, ¿por que no...?
Se paró cuando algo golpeó por debajo la tabla de Jhon, y el niño salió despedido medio metro, hasta que cayó al agua, y comenzó a gritar, al principio de miedo, luego de dolor, mientras poco a poco el agua se teñía de rojo. Algo lo estaba agarrando desde el fondo, con fuerza, zarandeándole, masticándole y mordiendo cada vez mas arriba de su cuerpo, desde las piernas, en busca de tragárselo por completo.
––¡Algo me ha mordido, dios! ¡Ayudadme! ¡Algo me ha mordido!––el chico intentaba mover las piernas con fuerza, pero solo lograba hacerse mas daño contra las mandíbulas que le tenían atrapado por la cintura. Intentó nadar, golpeando el agua con los brazos, pero su histeria era inútil: estaba condenado.––¡Ayudadme!––volvió a gritar, una y otra vez, cada vez con mas gallos, con mas desesperación, mientras la bestia le zarandeaba de un lado para otro.
Entonces sucedió, esa cosa le soltó, Jhon pudo moverse unos segundos, pero algo volvió a agarrarle y tiró de el para arriba, esta vez mordiéndole a la altura del pecho, y la bestia salió. Era un tiburón de al menos siete metros de largo, de piel completamente blanca, y unos ojos enormes a cada lado del morro, de color rojo sangre. Sus dientes, serrados y enormes, estaban manchados por la sangre de su amigo, al que ya le faltaban las piernas. Todo el agua a su al rededor estaba teñida de aquel color escarlata. Max pudo, al fin, soltar un grito de pánico, y Ryan, saliendo también del shock, se tumbó en la tabla, ladeo a la bestia y comenzó a nadar a toda velocidad en dirección a la orilla.
––¡Ryan, espera!––intentó gritar, pero solo le salió un débil susurro. Se aclaró la garganta y comenzó a nadar, cuando ya había dejado atrás a la bestia, que volvía a hundirse en el agua, terminando de devorar a su amigo, volvió a gritar, y esta vez lo consiguió.––¡Ryan, tenemos que ayudarle!
––¿Quieres morir? ¡Jhon ya esta muerto! ¡No tiene piernas, esta perdido, moriría antes de que llegáramos a la orilla!––su voz era débil y entrecortada, pues el chico estaba llorando. Se giró para mirar a su amigo, y su cara se volvió pálida, más aún––¡Nada, Max, joder, nada! ¡Lo tienes detrás!
Max giró un segundo la cabeza, y vio la enorme aleta blanca que le perseguía, a más velocidad de la que él podía ir, y supo con certeza que iba a morir. Movido por la adrenalina del momento, empezó a nadar sobre la tabla a mayor velocidad de la que había nadado nunca, con mayor fuerza, pero sabía que aun así estaba perdido. Nadaba desesperado, esperando, en el fondo, que pasasen los segundos y aquella bestia se abalanzase sobre él. Entonces empezó a llover, y alzó un segundo la mirada. No sabía cuanto tiempo había pasado desde que habían entrado en el agua, pero tenían la tormenta encima. El agua empezó a volverse más turbia, y empezó a zarandearle con violencia, con olas de más de cuatro metros, y entonces, en aquel momento mas oscuro, sucedió algo impensable. La aleta del tiburón paso por su lado, ignorándole, o eso habría pensado, de no ser porque la bestia saco el morro y le miro con aquella sonrisa, como burlándose de él. Le costó mucho entender que pasaba, por qué no le atacaba, y aun no lo entendía del todo, pero lo que si había sabido es que ese monstruo iba a arrebatarle al único amigo que le quedaba.
––¡Ryan, nada! ¡Va a por ti!––gritó con todas sus fuerzas, pero el rugir de la tormenta, el viento y el oleaje impidió que su amigo le escuchase, y no podía alcanzarle.
Nadó siguiendo al tiburón, cerca de su aleta, e intentó chapotear para que fuese a por él: prefería morir a ver como moría su siguiente ser más querido, pues para él, sus amigos estaban por delante que su familia. No logró nada. Estaban ya muy cerca de la orilla, cuando el monstruo blanco dio caza a Ryan, y en vez de comérselo poco a poco, sobre el agua, como hizo con Jhon, lo hundió en el agua de un bocado. Max había llegado a la orilla minutos después, con el corazón a mil por hora, y se había tirado en la arena, mirando hacia el mar, buscando que todo hubiese sido una pesadilla, que de pronto saliesen corriendo sus amigos, riendo, para preguntarle por que estaba tan alterado, pero eso no sucedió. Se había quedado allí tirado, bajo la lluvia, sin rastro del tiburón, mirando el oleaje, escuchando la tormenta, sabiendo que le habían perdonado la vida esta vez, pero que no había sido gratis, nada gratis.

Max no podía quitarse aquella escena de la cabeza. Había pasado hacía ya un mes, y seguía recordándolo como si lo estuviese viviendo en aquel momento. Nunca habían encontrado al tiburón, ni ningún trozo del cuerpo de sus amigos. No tenía nada. No había tumba, no tenía sitio adonde ir a llorar, mas que a aquel precipicio. Se sentía culpable, tendría que haber reaccionado cuando el monstruo tiró a Jhon al agua, tendría que haber ido tras él para devolverle a su tabla, tendría que haber golpeado al tiburón en el morro, como tantas veces le habían enseñado, o tendría que haber servido de cebo para que sus amigos pudiesen escapar, para que hubiesen tenido una oportunidad. Peor no había hecho nada. Había observado, quieto, como la bestia se comía a su amigo, y después había permitido que diese caza a Ryan. Era su culpa, todo era su culpa. Su padre le había dicho que no pasaba nada, que lo atraparían, que le darían caza al tiburón y vengarían a sus amigos, pero sabía que eso no iba a suceder, porque había mirado a los ojos al tiburón y este le había mirado. Había visto su sonrisa, y había sabido con certeza que este se estaba burlando de él, que le había quitado lo más preciado que tenía, para torturarle, y que cuando hubiese pasado el tiempo suficiente y volviese a meterse en el mar, volvería para comérselo a él. Pero no podía más, no podía vivir con esa idea, y mucho menos podía concederle al tiburón la oportunidad de terminar con aquello: no quería morir entre sus fauces, pero tampoco quería vivir sin volver a entrar en el océano, sin surfear. Se puso en pie y anduvo, lentamente, hacía su casa. Estaba completamente empapado. Llevaba puesta una camiseta de manga corta azul con la irónica frase de “Ocean Pacific”, y unos pantalones vaqueros cortos, que chorreaban agua. Su pelo rubio estaba pegado a la cabeza, sin la característica cresta con la que se le solía ver cuando estaba fuera del agua. Sus chanclas resonaban, empapadas, sobre los charcos de agua. Para cuando llegó a su casa ya no quedaba ni una sola gota de él que estuviese seca. Abrió la puerta lentamente, y cerró de un portazo, sabiendo que no molestaría a nadie, pues sus padres estaban trabajando. Subió al cuarto de su padre, abrió el segundo cajón y cogió la pistola que este guardaba y que estaba siempre cargada, pero con el seguro puesto, por si alguien entraba en casa mientras dormían. Fue a su cuarto y cogió la carta que había encima del escritorio y que había escrito hacía ya una semana, y entró en el baño. Se quitó la ropa, para no mancharla, cosa absurda, pues nadie iba a volver a usarla, y se sentó dentro de la bañera. Puso la carta fuera, en el suelo, apuntó con el arma a su frente, y sin pensárselo dos veces, pues llevaba una semana dándole vueltas, apretó el gatillo, deseando en el último segundo que el tiburón se lo hubiese comido a él, y no a sus amigos. Para cuando sus padres llegaron, la bañera ya estaba completamente llena de la sangre de aquel chico de catorce años, al que el mar se lo había quitado todo, y le había perdonado la vida, y su cuerpo estaba completamente frío y blanco. Para cuando llegaron, para cuando quisieron darse cuenta de lo que había sufrido su hijo, y del poco caso que le habían hecho, haciéndole simples promesas de que vengarían la muerte de sus dos almas gemelas, ya era tarde. Para cuando quisieron ayudarle, ya no había nadie a quien ayudar. El tiburón le había quitado la vida a él también, aunque de forma indirecta.

lunes, 2 de marzo de 2015

Dibujos

¡Buenas gentecilla! Pues estoy de nuevo por aquí, esta vez para dar a conocer mi faceta de dibujante, y que sepáis que si queréis algún dibujo de alguna de mis historias de este blog o de otros que tengo, podéis pedirlo. Los dibujos que tengo hechos hasta ahora son de animes o videojuegos que me gustan. Allá van cuatro de muestra:

Yitan, del Final Fantasy IX


 Iron Man


 Sora, Kingdom Hearts


Ventus, Kingdom Hearts BBS


Próximas reseñas

¡Buenas tardes, amigos! Iba a escribir alguna reseña sobre alguno de los libros que me he leído, pero me he dado cuenta de que la mayoría de los que más me han marcado y más me gustan no los tengo recientes, o al menos no lo suficiente como para hacerles una reseña que merezca la pena, así que voy a releérmelos. Para que sepáis que vais a encontraros próximamente en mi blog voy a dejar una lista de los libros que voy a releerme y los que voy a leerme por primera vez, he iré añadiendo los links de las entradas. Iré actualizando la lista con recomendaciones que me hagan o libros que encuentre:


A

Alas de fuego
Alas negras

C

Crescendo 

D

Divergente
Dos velas para el diablo
De la Tierra a la Luna

E

El nombre del viento
El temor de un hombre sabio
El alquimista
El catalejo dorado
El circo de los extraños
El príncipe de la noche
El guerrero Elfo
El guardián entre el centeno
El libro de los portales

F

Finale

H

Harry Potter y la piedra filosofal
Harry Potter y la cámara secreta
Harry Potter y el prisionero de Azkaban
Harry Potter y el cáliz de fuego
Harry Potter y la orden del enix
Harry Potter y el príncipe mestizo
Harry Potter y las reliquias de la muerte

I

Insurgente 
Incarcerón

L

La brújula dorada
La daga
Los juegos del hambre
Los juegos del hambre: en llamas
Los juegos del hambre: sinsajo
Leal
La montaña de los vampiros
La isla misteriosa
La vuelta al mundo en 80 días
La profecia del Abad negro
La emperatriz de los etéreos
La música del silencio
M

Memorias de Idhún: La resistencia
Memorias de Idhún: Panteón
Memorias de Idhún: Triada 

P

Percy Jackson y el ladron del rayo
Percy Jackson: El mar de los monstruos
Percy Jackson: La maldicion del titan
Percy Jackson: La batalla del laberinto
Percy Jackson: El ultimo heroe del Olimpo

S

Silence 

V


-

20.000 leguas de viaje submarino




Bueno, y esta es de momento la lista de libros sobre los que haré reseña. También de los que tengan pelicula, als reseñare también y haré comparaciones pelicula - libro.

¡Un saludo, patatas!

domingo, 1 de marzo de 2015

Viaje al centro de la tierra, pelicula (2008)


Viaje al centro de la tierra, película (2008)

http://pics.filmaffinity.com/Viaje_al_centro_de_la_tierra-946040100-large.jpg

Buenas tardes, amigos, vengo a hablaros de esta genialisima pelicula, dirigida por Eric Brevig y protagonizada por Josh Hutcherson (más conocido por su papel de Peeta en la saga Los juegos del hambre), Brendan Fraser (Rick O'Conell en The mummy, The mummy returns y The mummy: Tomb of the Dragon Emperor) y Anita Briem. La pelicula esta basada en el celebre libro del mismo nombre de Julio Verne, y tiene un excelentisimo guión creado por Ángel Luciano Huamaní.

Para quienes no hayáis oído hablar de la película, la historia nos lleva a conocer a Trevor Anderson, un geólogo en decadencia por culpa de su obsesión con la desaparición de su hermano Maxwell Anderson. Un día, la mujer de su hermano deja con el durante una semana a su sobrino Sean Anderson, y juntos descubren que su obsesión no ha sido en vano: gracias a las notas del libro de Max y al estudio de Trevor descubren que ese día hay las mismas condiciones volcánicas que el día que desapareció el padre de Sean. Así pues, juntos, se aventuran hasta Islandia, para conocer allí a Hannah, una hermosa guía que les ayuda en su expedición al volcán, donde por culpa de una tormenta quedan atrapados en una cueva, y se ven obligados a adentrarse en las entrañas de la Tierra siguiendo las directrices del libro de Julio Verne.

La trama esta genial llevada, y aunque no la he visto en 3D, los efectos especiales son muy buenos (aunque hay algunas partes en las que se podría mejorar, pero no son de estos horribles que te queman los ojos y el cerebro). Es una película que me encanta (y no solo porque Josh Hutcherson sea mi actor favorito y Julio Verne uno de mis escritores favoritos, si no por lo divertida y emocionante que es), y que me vería repetidas veces hasta la saciedad. Si no la habéis visto, os la recomiendo con creces, y si si la habéis visto... bueno, pues siempre se puede volver a ver, ¿no? Antes de dejaros, una curiosidad. En la película hay una escena en la que les persigue un dinosaurio, pues es un Giganotosaurus (en mi blog de dinosaurios tenéis su información, si os interesa).

¡Un saludo, patatas!

Reseña: Hush, hush, de Becca Fitzpatrick


Hush, hush, de Becca Fitzpatrick



¡Buenos días! Hoy os traigo una nueva sección en mi blog: la de las reseñas (tanto literarias, como seriales y cinematográficas). Y, ¿por donde empezar? Pues, aunque me he leido más libros de los que puedo contar, la respuesta a esta pregunta que dieron mis neuronas fue rápida y sencilla: Hush, Hush, de Becca Fitzpatrick. ¿Que por que? Muy sencillo: es el libro que tengo más reciente, y uno de los que más me ha enganchado últimamente. Empecemos por el principio (que lógico, ¿no? Pues no, hay gente que empieza por el final). Hush, Hush es el primer libro de una saga de cuatro. Está compuesto por 30 capítulos llenos de intriga bien desarrollada. Es una historia que se desarrolla en Coldwater, Maine, en la época actual. Allá va la Sinopsis:

Sinopsis

<<Nora es una chica racional, muy aplicada en los estudios, atractiva, y esquiva con los chicos. Su carácter es compensado por el de su mejor amiga Vee, una joven extrovertida, vaga y vanidosa. Un día, durante la clase de biología, el profesor decide cambiar a todos los alumnos de compañero de pupitre y Nora conoce a Patch. A partir de ese día la vida de Nora dará un vuelco inesperado. Patch parece conocer cosas de Nora que solo su mas intima amiga sabe, se fija en cada detalle (incluyendo la marca de nacimiento que ella tiene en la muñeca). Al principio Nora hace todo lo posible por volver con su antigua compañera de pupitre, pero, a medida que pasa el tiempo, la chica se siente cada vez mas intrigada por su nuevo compañero.>>

Intrigante, ¿verdad? Te hace tener ganas de leerlo. Y no es para menos. Como es obvio, nuestra protagonista es Nora Grey, una joven inteligente y atractiva, que se pasa los días haciendo cosas normales con su mejor amiga Vee Sky, hasta que conoce a Patch. La saga esta narrada en primera persona desde el punto de vista de Nora, lo que hace que sea muy fácil conocerla, y cogerla cariño. El titulo, “Hush, Hush”, que significa “Silencio, silencio” tiene bastante sentido cuando empiezas a ver de que va la trama y quien es en realidad nuestro misterioso chico Patch. Le he dado muchas vueltas, y no hay ningún otro titulo que hubiese encajado mejor sin, sinceramente, decirnos absolutamente nada de la historia. Además de que es un titulo que llama la atención, porque, ¿que necesita en una historia tanto silencio?

Prólogo

El prólogo comienza en el año 1565, en Francia, donde a un hombre llamado Chauncey un ser misterioso le obliga a jurarle su lealtad. Este comienzo hace que te ardan las entrañas por la intriga. ¿Que tiene que ver esto con Nora? ¿Por que en 1565? ¿Quien es ese ser misterioso, y ese tal Chauncey? Pues no os preocupéis porque la intriga no va a mataros. Becca consiguió lo que intentaba con semejante prólogo, y a lo largo del libro mantiene esta y las otras intrigas en lo más alto, para terminar creando un desenlace inesperado e increíble. Es de los pocos libros que de verdad ha conseguido ponerme un final que no me esperase. Hay dos tipos de prólogos, a mi ver, los que te hacen entrar en la historia, y los que te dan un pequeño trozo que no sabes cuando sucederá o de que te servirá conocerlo, y que te hacen morirte de ganas de averiguarlo. Hush, Hush tiene uno de los mejores prólogos del segundo tipo que he leído.

Capítulos

Los capítulos, tras el prólogo, se desarrollan de forma lineal, un día tras otro, contándonos como Nora va sintiéndose cada vez más intrigada a medida que conoce a Patch, y como intentar odiarle no le sirve absolutamente para nada. A medida que se lleva acabo la trama, es más obvia la tensión entre ambos personajes, y los celos de Vee por esa relación (no se si llamarlo en si “celos”, pero no se me ocurre ahora miso otra palabra. Aunque podríamos dejarlo en que Vee no se fía de Patch). Son capítulos bien desarrollados, que terminan en el momento justo para dejarte con esa espinita clavada que te impide cerrar el libro para irte a dormir.


Bueno, después de analizar más o menos la forma y el contexto del libro, pasemos a lo literario. No os voy a decir que Hush, Hush sea una obra de arte literario. Esta escrito, como es lógico, de manera informal, pues es desde el punto de vista de una adolescente, lo cual encaja a la perfección con la historia. No es de los libros mejor escritos que he leído en mi vida, no es la calidad literaria por lo que me leí, ni por lo que me enganchó, pero Becca escribe muy bien (cosa que comprobé tras conseguir la traducción oficial en PDF), mejor que muchos autores actuales que he leído. Sabe expresar los sentimientos y las situaciones de forma muy descriptiva, y no cuesta nada imaginarse a los personajes en situación y meterse en la trama. No hay apenas erratas, ni faltas de ortografía (aunque si alguna errata de sintaxis, fruto de los errores de traductores y de la imprenta, pero nada horrible que te destroce la vista). En general, Hush, Hush es uno de los mejores libros de Literatura fantástica que he leído actualmente, y el único que utiliza un tipo de “raza mestiza” (modo: dejaros con la intriga por que ni siquiera os he hecho spoiler de quien es Patch) que me encanta. Yo lo recomiendo con todo mi ser. Leedlo, de verdad, merece la pena.

Y bueno, hasta aquí por ahora, ya volveré con la reseña de los siguientes libros, que ya me he leído.
¡Un saludo, patatas!